La cantante ocultó su rostro para no ser fotografiada
Miley Cyrus no se ha llevado bien con los paparazzis desde que le frustraron un paseo que tenía pensado realizar a un parke cercano a su casa, desde entonces, la ex Hanna Montana evita ser fotografiada.
Pero los paparazzis no se caracterizan por darse por vencidos a la primera, ya que siguen a la artista a donde vaya. Esta vez fue a la salida de una clase de Pilates, en donde Miley asiste cada semana.
La cantante no escondió su disgusto por la presencia de tanto fotógrafo, pero si ocultó su rostro tras una polera que llevaba en la mano. Además, la estrella del pop juvenil pidió que la dejen tranquila un instante, que sólo se trataba de una clase de Pilates y que a nadie debía importarle. El precio de la fama le está pasando una mala jugada a Miley.
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