La Geisha se aseguró con una «pagoda» de 250 millones de pesos.
No hay mal que dure cien años dicen por ahí, y bien lo sabe Anita Alvarado, que hace un par de días andaba sudando la gota gorda para encontrar alguna solución a su problema de desalojo, y para encontrarle hogar a sus niños. Sin embargo ahora no tiene ni que preocuparse por el asunto porque de un día para otro a la Geisha le llegó casa nueva.
Así mismo, resulta que algún millonario desconocido se apiadó de Anita y le donó una casita en la Dehesa avaluada en 250 millones de pesos.
La Geisha está más contenta que nunca pero asegura que no contará quien es el donante anónimo porque es el tremendo secreto.
Y para lo que están pensando en cómo hizo Anita para conseguir tal mansión, no sean mal pensados, ella dijo que no había pasado nada.
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